Elísabet.

Le encantan las flores, sobretodo si se las tiran. Adora que le diga que la quiero y se parte a carcajadas de maligna cuando la insulto o le digo cosas feas. Pero sabe que la amo, y por eso se ríe. Y sabe que puedo permitirme el lujo de pintar las palabras del rosa más amoroso que se haya visto, o que exista. Puedo parecer lo más bonito del mundo cuando hablo de ella, puedo parecer lo que quiera porque sabe que no hay mentiras en lo que digo. Sabe que las veces que le he dicho que es la prioridad de entre todos mis "amigos", es porque antes se lo he demostrado y ella lo ha visto. Sabe que estoy loca y no le importa.
Hemos pasado del odio al amor y del amor al odio en pocos meses, en primaria incluso en días. De hecho, hace unos nueve meses ni si quiera nos hablábamos pero ya ni recuerdo cuál fue la pelea. Nos hemos picado tantas veces que he perdido la cuenta. Me da igual. La tengo a mi lado, la he tenido siempre. Y ahora ya no soy la gilipollas que no quería ver que ella era lo más grande, y que a pesar de todo ha sido la que más recuerdos me ha ido grabando en la memora.
Fuimos a la misma clase hasta 4º de primaria. Lo curioso no es que la conozca desde p3, lo curioso es que íbamos cogidas de la mano en todas las excursiones desde p3. Cuando ella se enfadaba con todas las niñas del grupito del cole, yo me enfadaba también (sin motivo) para defenderla hasta la "muerte". En la ESO no coincidimos, pero yo me escapaba de casa y me iba a la suya a dormir y a hablar hasta las mil de la noche, o hasta que Eli me decía: vamos a dormirnos ya!! Y entonces me callaba.
Hemos ido a pachá juntas. Hemos dado vueltas por el pueblo y comido chuches en casi todos los bancos de la caye de los árboles, o de la plaza del centro. Ha llorado conmigo, me ha echado la bronca, la he escuchado, nos hemos reído y nos seguimos riendo como las crías que fuimos. Hemos ido a conciertos, incluso aun idolatramos a Beyonce.
Creo que es a una de las personas que más conozco, y por el momento casi a la que más necesito. No tiene ni puta idea de lo que me alegra estar ahora así con ella, de haber abierto los ojos. No se imagina que estoy escribiendo esto a las 4 de la mañana. Y no sabe lo feliz que me hace escucharla hablar de su novio una y otra vez. Es un poco pesada, porque solo habla de él. Pero ver su cara ya me basta para saber que es feliz. Le brillan los ojos porque lo que vive es real, es lo que siempre había querido y ha pasado sin más. Me encanta.
Parece una carta de amor pero, ¿quién dice que no lo es? La quiero, como a una amiga y como a una hermana. Y me da igual que no entiendan que ahora nos llevemos tan bien cuando hace un año rajabamos la una de la otra. Nos dábamos rabia porque no nos entendíamos y no nos comunicábamos.
No entienden la amistad como la entendemos las dos. Y voy a estar donde siempre he estado. Voy a echarla de menos si hace falta. Y voy a quererla, voy a quererla lo que se merece que la quiera porque sé que a pesar de todo me valora y quiere lo mejor para mí. Porque después de todo es la que no me ha abandonado. Porque sabe que todo lo que hago lo hago sin esperar nada a cambio.Y porque quiero seguir disfrutando de ella durante mucho, durante siempre.